Lo habrás oído muchas veces: “Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes estarás en lo cierto.” Tu decides, así es. No resulta fácil cambiar de actitud. Pereza, resistencia, desconfianza… Estás cansado de que te propongan actividades para aprender a vencer la timidez y expresarte en público con solvencia. Por lo que sea, ya has decidido que no vale la pena intentarlo, que eres como eres y así, bueno, te va bien. De hecho, crees que en tu ámbito laboral lo de saber comunicar no es tan importante. Que se pongan las pilas los demás. Es mi forma de ser, es mi forma de hablar, es mi forma de relacionarme, ya está. Si no me comprenden el problema será suyo. Sin embargo, ahí sigues: temblando cuando tienes que intervenir frente a un grupo de personas, sudando en exceso, sin alzar la mirada, falto de respiración… Voy, lo cuento y se acabó.
De ti depende. A mi, la verdad, también me resbala toda esa cháchara de teoría motivacional para ejecutivos. Pero, día a día, veo en mis talleres la liberación que supone perder el miedo y quiero compartirlo contigo. Ese miedo que te atenaza y hace que todos tus conocimientos se conviertan en torpes balbuceos. Merece la pena intentarlo, créeme. No es preguntarse por qué, es preguntarse por qué no. Atreverse a mirar en positivo. No hay recetas, claro, nada vale para todos porque cada uno es de una manera. La vida es maravillosa si no le tienes miedo. Y si juegas, te diviertes, y logras pasarlo genial con tu expresión corporal, si logras sacar brillo a tu dispositivo expresivo, modular tu voz, apoyarte en tu propia respiración, descubrirás que -velado y cohibido- dentro de ti hay un artista. Sí, un intérprete adormecido, que merece la pena rescatar. Jugando, fluyendo, sin traumas… Los profesionales del arte dramático ayudamos a desdramatizar. No es un juego de palabras, te lo aseguro, es una perspectiva cómica -base en mis talleres- que te ayuda a relativizar todo, a poner en solfa tus miedos, a no tener vergüenza, a no ponerte colorado. He visto a directivos subir a la tarima tensos y bloqueados y no querer luego bajarse de allí. La fuerza del teatro. El click. ¡Al carajo los miedos!
Tú decides, sí. Depende de ti.
Este taller está dirigido a profesionales de la docencia.
Trabajamos de forma práctica sobre la introducción del teatro en el nivel escolar, centrándonos en el descubrimiento de una serie de recursos pedagógicos para abordar el teatro y la expresión dramática en el aula. A lo largo de las sesiones buscaremos:
C/ Periodista Carantoña, 13 2ºO
Gijón (Asturias)
33209
Financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU. Sin embargo, los puntos de vista y las opiniones expresadas son únicamente los del autor o autores y no reflejan necesariamente los de la Unión Europea o la Comisión Europea. Ni la Unión Europea ni la Comisión Europea pueden ser consideradas responsables de las mismas.